Dulce Entrega... Postado por Marilda-Psicoterapeuta -Taróloga
Cuando pongo todo en manos de Dios, en un acto de rendición, conozco la verdadera serenidad.
Todo lo que pongo en manos de Dios es sanado y corregido, de modo que entrego cualquier tendencia a pensamientos o hábitos negativos.
¡Qué alivio, saber que no necesito luchar, que Dios es mi fuerza y mi convicción!
También entrego cualquier necesidad de hallar defectos en mí mismo o en otros y me relajo inmediatamente en un estado de paz.
Entrego a Dios cualquier incomodidad física o mental, sabiendo que hasta las dolencias que me han preocupado durante años ceden al poder divino.
Ahora entiendo que la mujer que tocó las vestiduras de Jesús y fue curada se ofrecía en dulce entrega, y lo mismo hago yo.
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